CLAVES PARA EDUCAR NIÑOS/AS FELICES: 1.2.
ENSEÑARLES A AMAR Y A SENTIRSE AMADOS/AS: RECONOCER
NUESTROS ERRORES Y RECTIFICAR.
A veces, cuando con nuestras palabras o nuestra forma de
actuar creemos que hemos sido injustos con nuestros hijos/, no lo reconocemos
ante ellos/as por miedo a perder nuestra autoridad. En ocasiones incluso, para
justificarnos, los culpamos de nuestro “mal hacer” como educadores (“al final
me obligas a gritarte”).
En cambio, cuando reconocemos
nuestros errores y, además, manifestamos nuestra intención de subsanarlos, el
efecto que provocamos es justo el contrario.
Cuando nuestros hijos descubren que,
como ellos/as, inevitablemente a veces también nos equivocamos y ven que
tomamos conciencia de ello, se identifican con nosotros y resultamos así más
“respetables” ante ellos/as.
Si además ven que intentamos hacerlo
mejor, les estaremos ofreciendo un buen modelo para que ellos/as también
puedan aceptar los errores de los demás, aceptar sus propios errores e
intentar ser mejores.
Si, por ejemplo, ante un
comportamiento de nuestro hijo que consideramos inadecuado le hemos gritado y,
en lugar de justificarnos diciéndole que él, con su comportamiento, es el
culpable de nuestros gritos, reconocemos
que no lo hemos hecho bien, que le hemos gritado porque, por ejemplo, estamos
cansados y el cansancio hace que seamos
menos pacientes, tendremos, a partir de aquí, la oportunidad de explicar el por
qué de la norma y de indagar en las causas que han motivado el comportamiento
de nuestro hijo.
De este modo, el niño se sentirá
identificado con nosotros, pues entenderá que uno no es culpable de la actuación al otro, sino que ambos hemos actuado en función de nuestras motivaciones
y juntos podremos encontrar soluciones. El niño así, habrá aprendido a responsabilizarse
de sus errores en lugar de culpar a otros y a identificar a sus
familiares como aliados.
¡Eduquémoslos!