Poco después, la niña, que se encontraba a unos diez metros de su madre gritó “¡Mamáááááá, quiero agua! Mi amiga, con cara de circunstancias, me miró y a continuación, doblando el volumen de voz de su hija le gritó “¿Pero cuantas veces tengo que decirte que no se habla gritando?” y se acercó con la botellita de agua hasta la niña gritando amenazas por el camino: ¡cómo me vuelvas a pedir el agua gritando te quedas sin beber! En ese momento, la niña que seguía con su juego, empujó a otro niño que se interponía en su camino subiendo por la escalera del tobogán, este empezó a llorar y mi amiga que en ese momento se disponía a darle el agua a su hija aprovechó para corregir de nuevo su mala conducta diciéndole “Laura, ¡ya está bien, eh!, pero … ¡¿por qué tienes que pegar, hija?!, ¿eso es lo que te enseñan en el cole?”, esto acompañado de un edificante palo en la mano.
Yo mientras me planteaba como iba a explicarle a mi amiga que a la niña no hacía falta que en el cole le enseñaran a gritar y a pegar, que ya tenía en casa una buena maestra.
A menudo, los padres, ponemos el grito en el cielo ante conductas que nos parecen intolerables en nuestros hijos, sin ser conscientes de que a menudo son una imitación de las nuestras, con las que somos mucho más condescendientes. Hasta tal punto actuamos desde la inconsciencia, que pretendemos enseñarles a no pegar diciéndoles que no peguen mientras les damos un palo o a no gritar gritándoles que no griten.
Ante estos mensajes contradictorios, nuestros hijos siempre elegirán lo que hacemos antes que lo que decimos, y no porque quieran llevarnos la contraria, sino por todo lo contrario.
¡Eduquémoslos!
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De estos casos, el que más me impactó --hace ya tiempo-- fue el de la madre que reñía a su hijo porque decía palabrotas: "¡Felipe,que te he dicho mil veces que no digas palabrotas, coño!"
ResponderEliminarPara tomar conciencia de lo mucho que nos observan, solo hay que dejarlos hablar y escucharlos un rato. En mis hijos puedo reconocer hasta mis latiguillos, a veces. ¡Qué no será de mis actitudes!
Coincido del todo con lo que dices.
Saludos barceloneses y enhorabuena por el blog.
:)
Ligoakoma (alias Cecilia de Gonzalo, Micaela y Oriol)